¿Unicornio o Cebra?
Seguramente han escuchado el término “unicornios”, empresas tecnológicas que tienen un valor mayor a los mil millones de dólares. Estas empresas fueron y siguen siendo el sueño de muchos emprendedores
Seguramente han escuchado el término “unicornios”, empresas tecnológicas que tienen un valor mayor a los mil millones de dólares. Estas empresas fueron y siguen siendo el sueño de muchos emprendedores en Sillicon Valley y en el resto del mundo, lograr en poco tiempo una valuación tan exagerada como irreal.
El concepto unicornio, hace referencia a ese animal mitológico representado por un caballo blanco con un cuerno en la frente, al cual incluso se le atribuyen superpoderes. Su fantasía no es real.
Además de ser empresas tecnológicas, las une que son "B2C" (business to consumer), donde buscan una masa crítica de consumidores rápida para capitalizarla. Los “unicornios” más conocidos, van desde Facebook y Twitter, pasando por Uber, WeWork, Airbnb, DiDi, Dropbox, Snapchat entre otras. En LATAM, las más famosas son Mercado Libre, Despegar, OLX y Rappi. México está en la carrera de tener un unicornio B2C, que debido a la situación actual seguramente se retrasó, pero es cuestión de tiempo para que aparezca el primero.
Fueron muchos años donde los emprendedores y los inversionistas abusaron de la situación establecida, donde ambos sabían que no estaban haciendo bien las cosas. Uno quería capitalizar rápido su negocio sin ser rentable, y el otro quería retornos de inversion exagerados sabiendo que no era sostenible en el tiempo.
Uber y WeWork fueron dos casos emblemáticos de esto. Empresas no rentables pero con una capitalización exagerada que terminaron en problemas.
Ahora el juego pasa por ser empresas rentables, con conciencia social ayudando realmente a resolver los desafíos planteados, y que realmente tengan la tracción necesaria para ser sostenibles en el tiempo.
Bajo este concepto, nacieron las empresas “cebras”, que como por su nombre lo dice, es un animal que existe, es real, y a como "son blancas y negras" tienen dos propósitos, son con fines de lucro y por una causa.
Aniyia Williams es una de las cofundadoras del movimiento cebra (zebra), que además fundo y dirige Tinsel, una compañía que fabrica collares con audífonos ocultos.
Enfatiza que su experiencia fue una lucha constante para convencer a los inversores, los capitalistas de riesgo, de que su idea era buena.
"Hice mi propuesta de venta a más de 100 inversores y sólo terminé convenciendo a dos", al final tuvo que invertir capital propio en su empresa.
Como todos, Aniyia Williams al principio se dejó arrastrar por el espíritu de Silicon Valley y quiso crear un empresa de mil millones de dólares.
"Estaba tratando de construir una especie de Apple para la moda. Pero no pretendo construir un negocio multimillonario. Eso ni siquiera va de la mano con el estilo de vida que quiero", sostuvo.
"Fue un proceso complicado", comenta. "Diría que lo más difícil fue cómo lograr obtener el dinero".
Seguro la experiencia de la gran mayoría de emprendedores en el mundo es el mismo. Pasar por muchos pitches, querer convencer a inversionistas que solo ven el número de retorno y no dos aspectos que son fundamentales. La/s persona/s que le dan vida al proyecto y viabilidad del mismo.
Ir dando pasos pequeños pero seguros debe ser el modo en que los nuevos emprendedores tienen que adoptar, capitalizarse para que la startup crezca responsablemente y sea rentable, para luego pasar a buscar los grandes capitales.
El reto es saber que quieres ser, si un “unicornio” o una “cebra”. Personalmente creo que la desiciones debe ser de cada uno, pero mientras más real y duradero sea es mejor.